He
pasado todo el día pensando en qué podría escribir para esta entrada, y al
mismo tiempo, he pasado todo el día pensando en que podría dejarlo para después
porque debería ponerme a preparar los productos que tenemos pendientes de
enviar. Sin embargo, cuando me pongo a analizar mis deberes, responsabilidades
y demás cosas que tengo por hacer, me doy cuenta de que paso muchas horas
trabajando en Writeway
Store y necesito un leve respiro. Así
que me tomo este pequeño brake para
escribir la entrada de este día (mejor no mencionemos la reseña de Forastera que también debo terminar de
escribir y se debió publicar el lunes); algunos podrían pensar que esto es
también parte del trabajo de Writeway, pero más o menos no, escribir siempre me
ha relajado, y estoy disfrutando escribiendo estas líneas que quizás al final
no tengan pies ni cabeza, pero me han despejado la mente.
Cuando
llego a la conclusión de mi tema del día me doy cuenta de que me gustaría
contarles muchas cosas y a la vez me cuestiono si a ustedes les interesaría
leerlas, tengo demasiadas anécdotas a pesar de que siempre he considerado mi
vida algo rutinaria y aburrida, pero a veces cosas que nosotros encontramos
cotidianas podrían interesarles o divertirles a otros. Ustedes juzgarán.
En
fin, antes de que me desvíe del tema quisiera contarles un poquito sobre cómo
surgió Writeway Store, ¿por qué? Bueno, muchos nos conocen por medio de esta
tienda de Facebook pero saben poco acerca de las personas que estamos detrás
o por qué hacemos esto, ¡quizás hasta piensen que somos dos tipos de cuarenta
años haciéndose pasar por dos lectoras locas y que lo único que quieren es
robarles su dinero! ¡Pero no!
Bueno,
primero como ya hemos mencionado antes, las locas que participamos en este
proyecto somos Esme y Bet, peeero,
antes de que fuéramos Esme y Bet contra el mundo lector, era sólo yo, Esme. Y
Writeway era mi bebé que nada tenía que ver con una tienda de artículos
inspirados en libros que es ahora.
Writeway; no obstante, me
quedaba un poco grande el proyecto para realizarlo yo sola de manera que
estuviera funcional en la red y lo que implica, era demasiado ambicioso para
mis recursos y también mis conocimientos. La idea siempre estuvo —y está—
revoloteando en mi cabeza, pero sabía que todo tiene su momento, así que decidí
dejarlo reposar un poco. Fue entonces que empecé a meterme más en el mundo de Wattpad ya que me gusta escribir y todo eso, nunca he logrado
hacer click completamente con esta plataforma, tal vez porque ya soy un poco
mayor para ella, o porque soy nostálgica respecto a cuando publicaba mis
escritos en Blogger, pero entre todo vi que la había gente que se juntaba para
ayudar a otros escritores del sitio Web y creaban una especie de “editoriales”
para cumplir con esa tarea, así que desempolvé Writeway y pensé que podría
iniciarse como una editorial de Wattpad, quería hacer algo un poquito más serio
y profesional y me hice de un equipo de chicas que querían ayudar, algunas de
ellas muy comprometidas, pero las circunstancias no permitían que esta “editorial”
se desarrollara al 100% ya que cada quien ponía de su tiempo libre y con cosas
como estas tienes que invertir tiempo, y lamentablemente en la vida real el tiempo
cuesta, así que no iba a funcionar, y lo sabíamos pero amábamos tanto el
proyecto que nos aferrábamos a él. Intentamos hacerla una editorial
independiente y cobrar algo por nuestros servicios pero no teníamos idea de por
dónde iniciar, y menos de dónde sacar fondos para empezar, porque bueno, a
ninguna de las que estábamos involucradas nos sobraba el dinero, era muy
frustrante porque tampoco disponíamos del tiempo suficiente para ponernos a
investigar más sobre emprender negocios editoriales y esas cosas.
Writeway fue mi proyecto de tesis para obtener
la Licenciatura en Diseño Gráfico, un proyecto que se trataba de una red social
literaria (como un Facebook pero dedicado a libros, a escritura, a lectores), y
por eso también el nombre de
En
fin, para no hacer el cuento tan largo, les propuse crear una tiendita en
Facebook para sacar recursos y empezar con la editorial, esta tienda sería una
especie de “extensión” de Writeway y por eso sólo agregamos el Store, allí venderíamos productos
inspirados en libros, desde marcapáginas hasta accesorios, y divagamos en que
cuando fuéramos una editorial formal venderíamos los libros que publicábamos, y
cosas inspiradas en esos libros; iniciamos muy entusiasmadas pero por diversas
razones no estaba funcionando, además era yo la que estaba mayormente
trabajando en esto, le daba forma a los productos, publicitaba, movía la
página, etc. Finalmente la idea se empezó a enfriar y ahí medio murió.
Muchos
meses después, muchas malas experiencias personales después, estaba en un punto
de mi vida muy desastroso: había renunciado a mi empleo por una cirugía de
escoliosis —quizás luego les hable de la obra de arte que es mi columna xD— que
terminaron suspendiendo y posponiendo por tercera vez, pero ya no tenía empleo,
no tenía dinero, me mantenían mis padres, vivía sola en una casa enorme, los
amigos que tenía eran a larga distancia, me robaron mi computadora (donde tenía
todo mi trabajo de años, diseños, etc.), en fin… mi vida era desastrosa y
deprimente; no trato de hacer esta historia dramática o trágica, ni contar
cosas deprimentes, pero este fue un punto crucial para lo que es ahora Writeway Store, pues ya que no tenía trabajo y aunque enviaba
curriculums en masa e iba a entrevistas de trabajo una y otra vez, nada
funcionaba, ningún empleo me satisfacía o no era lo suficientemente buena para
él. En el momento donde todo colapsó decidí pedir ayuda a una psicóloga y me
dijo que tenía que ocupar mi mente en algo que no fuera sentarme en mi sofá a
mirar mi computadora esperando que algo pasara, le conté de todos mis proyectos
y me propuso retomar la tienda, yo sola, sin ayuda de nadie más porque
esperanzarme a que otros empezaran a trabajar para yo hacerlo nunca iba a
pasar.
Honestamente
no tenía nada de confianza en mí y me preguntaba cómo la gente iba a comprar
las cosas que yo hacía, no me cabía en la cabeza la idea de que otras personas
fueran a pagar dinero para obtener mis productos, y además no tenía mucho
dinero para invertir. Pero decidí intentarlo, y empecé vendiendo paquetes de
marcapáginas y stickers para probar, luego empecé haciendo accesorios con
material que tenía, y poco a poco Writeway Store fue tomando forma, lo cual me
levantó mucho el ánimo para hacer más cosas, para sacar nuevas ideas, para intentar
y experimentar.
De
pronto cada vez había más pedidos y tenía la mente tan ocupada que ya no
pensaba tanto en todo lo demás, me sentía mejor en todos los aspectos. Así que
ahí estaba yo sentada en mi cocina cortando papeles y con las manos llenas de
pegamento. Luego todo empezó a tener mejor pinta, como por arte de magia
empezaron a llegar proyectos de diseño, luego me dieron un empleo que se
adecuaba bien a mis necesidades, tenía más trabajo del que podría desear —y
sobrellevar—, así que empecé a dejar de lado Writeway para atender mis nuevas
responsabilidades y no quedar mal con mis clientes y mis jefes; me desmotivaba
un poco porque yo le tengo tanto cariño a Writeway que me dolía descuidarlo,
pero entonces aquí entra Bet.
Ella
siempre me estuvo apoyando desde el principio, desde lejos, emocionándose cada
vez que le mandaba la foto de un nuevo producto, aguantando mi estrés, amando
Writeway como si fuera suyo, y aunque ella tiene su propia historia que quizás
quiera contarles después, yo sólo diré que en un momento decidimos empezar a
trabajar juntas, o intentarlo porque a larga distancia parecía medio
complicado, pero logramos hacerlo funcionar. En general ella me ayuda
administrando la página, a veces con diseños de separadores (aunque le haga hacerlo
diez veces porque soy muy quisquillosa cuando se trata de diseño), en su
mayoría ella es quien les responde los mensajitos de Facebook o los comentarios
y publica cosas mientras yo me dedico a hacer los productos y enviar paquetes.
Simplemente
Writeway es para nosotras algo más allá que un negocio, Writeway es nuestro
pequeño que nos ayuda a salir adelante, especialmente de manera emocional, es
nuestro apoyo en un par de vidas algo turbias. Por eso cada comentario de
agradecimiento o de emoción hacia ustedes es verdaderamente sincero, porque nos
ayudan a seguir adelante a confiar en lo que hacemos y además forman parte importante de esta
pequeña comunidad Writewayter, sea aquí o del otro lado del mundo.
Por
último, me quedan varias cosas que decir: tenemos muchas ideas pensadas en
torno a Writeway, a corto, mediano y largo plazo; vienen sorteos en camino
porque nos encanta consentirlos y agradecerles por todo; la idea de Writeway
como una red social literaria no ha salido de mi cabeza y está como un bichito
esperando que lo deje salir alguna vez.
Quizás
esta historia no les interese, pero ya la escribí, tal vez les aburra o les dé
flojera leerla porque me excedí un poco y es que siempre termino escribiendo
demasiado cuando me pongo a hacerlo, trataré de trabajar en sintetizar xD. Creo
que hubiera sido más divertido contarles sobre mi no perro gordito bebé Daiki,
¡prometo no aburrirlos para la próxima!
Les
dejo una frase de Albus Dumbledore que
se me viene a la cabeza cuando pienso en toda esta historia:
“La felicidad se puede hallar hasta en los
más oscuros momentos, si somos capaces de usar bien la luz”.
Recuerden que si
están pasando malos momentos, no durará para siempre, y después de la tempestad
viene la calma acompañada de un arcoíris.
¡Aquí
termino! Pueden dejar en los comentarios sobre qué les gustaría que
escribiéramos, preguntas, curiosidades, ¡lo que se les ocurra! Queremos hacer
que el blog y la página sean dinámicos y estar en contacto con ustedes.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarTu historia me ha ispirado a seguir persistiendo ante mis sueños.
ResponderBorrarNunca hay que rendirnos aunque parezcan muy difíciles de lograr nuestros objetivos <3 Espero que logres todo lo que te propones, ¡saludos!
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